Hace unos años tuve la oportunidad de compartir una reflexión acerca de Salmos 46:10 en mi último año de escuela superior, y honestamente, desde ese momento se convirtió en uno de mis favoritos, pues es uno de tantos versículos en la Biblia que te recuerdan que el mundo puede estar cayéndose en pedazos, pero diciéndote que Dios está en control aunque no puedas verlo.
Hoy quiero compartir algunos versículos, una analogía y brindarte algunas herramientas extra de apoyo que me han ayudado y siguen ayudándome a estar quieto.
«Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios. ¡Seré exaltado entre las naciones! ¡Seré enaltecido en la tierra!». (Salmo 46:10 )
Recientemente, teniendo una conversación con el pastor Beto (Pastor del Campus en Español) me compartía una analogìa relacionada a esta porción que él tuvo antes de ser pastor en Mission Hills. Comenzó a hablar del trabajo de los salvavidas y su entrenamiento.
Esencialmente, parte de su trabajo es salvar personas a punto de ahogarse, pero un detalle muy interesante es que ellos no pueden salir al rescate de personas en peligro tan pronto los vean, sino que tienen que esperar un momento en específico, justo cuando quien esté en peligro deje de agitar sus brazos y parezca que haya perdido las fuerzas.
Lo que no podemos ver
“Pero si esperamos lo que todavía no vemos, en la espera mostramos nuestra constancia.” (Romanos 8:25 NVI)
Este no es un práctica cruel, realmente esto se hace para no poner en peligro la vida del salvavidas ni la de la persona que se está ahogando. Además, sería más fácil mover un cuerpo en quietud que uno que por el instinto de supervivencia del ser humano, ponga resistencia y complique todo el proceso de rescate.
La desesperación puede llegar a ser el peor enemigo
Comenzamos a trabajar algún proyecto y al no ver resultados rápidos y comenzamos a buscar en qué estamos fallando y cómo debemos mejorar. Quiero aclarar que con esto no quiero decir que buscar la excelencia es malo porque para nada es lo que quiero decir, de hecho, siempre debemos buscar la excelencia en todo lo que hagamos tal como dice la Palabra, pero debemos tener en cuenta que parte de la excelencia es precisa clemente la espera y depositar nuestra confianza en Dios.
Vemos a alguien ahogándose y como nadie sale al rescate, pues decidimos hacerlo nosotros y como ese no era el momento adecuado, ahora también estamos estamos en peligro.
Mientras el salvavidas esperaba a ese preciso momento donde entrar en acción y poder salvar el día tranquilamente y ahora tiene más trabajo para hacer.
Así somos muchas veces con las promesas que el Señor hace a nuestras vidas. Cuando no vemos o dejamos de ver como Dios se mueve y por nuestro sentido de supervivencia, rápidamente queremos tomar el absoluto control en nuestras manos llegando a complicar incluso lo que Dios trazó para nosotros, de hecho, hasta poniéndonos en peligro nosotros mismos.
Por eso recuerda, pon a Dios primero y confía en Él.
No todo es a nuestro tiempo
“Todo tiene su momento oportuno; hay tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo” (Eclesiastés 3:1 NVI)
Algo que he aprendido con el tiempo es a dejar mis tiempos a un lado y priorizar los tiempos de Dios, es decir estar quieto y confiar en que aunque no pueda ver algo, Dios está obrando y que al final del día Él será exaltado que al final del día es lo que realmente buscamos o deberíamos aspirar. Si Dios ha dicho que pasará, debemos entender e internalizar que Dios lo cumplirá, solo nos toca esperar ese momento oportuno dentro del kairos del Señor.
El estar quietos no quiere decir no hagas nada y espera a que todo surja por arte de magia, y es poco lo que tiene que ver con no accionar; es algo más relacionado a tu actitud en medio de la espera. Es el momento donde muestras dónde está tu nivel de confianza en el Dios que te ha dicho que reinará y que tendrá cuidado de ti.
Por eso te invito a estar quieto, confiando en su Palabra y sus promesas para que tu vida y tu relación con Jesucristo puedan seguir creciendo.
Algunas herramientas útiles
Hay demasiados versículos en la Palabra que toman directamente el tema de la espera. La oración, claramente es una herramienta que debemos aprovechar al máximo dentro de cualquier situación que podamos estar atravesando, pero hoy quiero compartir contigo algunas canciones que me han ayudado en mis tiempos de espera y que al día de hoy, siguen siendo una gran ayuda para mi.
CRÉDITOS DE GRÁFICOS
🎨 Crédito | Eric Price
Especialista en Diseño Gráfico
CRÉDITOS DE AUTOR
📝 Crédito | Carlos Rodríguez
Residente del Campus en Español