NUNCA PENSABAS QUE ESTARÍAS AQUÍ

Nadie tiene como objetivo volverse adicto a algo. Sin embargo, cada año muchas personas se despiertan en los Estados Unidos y descubren que han sido dominadas por las drogas o el alcohol. La adicción no es algo nuevo. Es tan viejo como el pecado. En Romanos 7:15, Pablo describe su naturaleza pecaminosa de una manera que define la adicción cuando exclama: “No entiendo lo que hago. Porque lo que quiero hacer no lo hago, pero lo que odio sí lo hago”.

Hay mucho que odiar en la adicción a las drogas y al alcohol, especialmente el caos inmanejable y dañino que con lleva. Las señales de advertencia de la adicción pueden ser físicas o psicológicas. Las relaciones con familiares y amigos pueden arruinarse. Las actividades sociales y recreativas pueden disminuir a medida que las sustancias se consumen más veces al día y en mayores cantidades. Si esto describe su situación, usted conoce el dolor de la adicción y anhela el siguiente paso en su proceso de recuperación. Afortunadamente, existen opciones de tratamiento que ofrecen ayuda y un Dios amoroso que ofrece esperanza.

 

AFORTUNADAMENTE, HAY AYUDA

Los programas de tratamiento de drogas y alcohol varían según la gravedad de la necesidad. Un primer paso útil es programar una cita en un centro de tratamiento local o con un consejero profesional que esté acreditado como LAC (consejero autorizado en adicciones) o CAC (consejero certificado en adicciones). Allí, una evaluación integral de drogas y alcohol determinará si usted está luchando contra un trastorno por uso de sustancias y, de ser así, el tipo de tratamiento que mejor respaldará su recuperación a largo plazo. Si podemos ayudarlo con una referencia profesional, envíe una solicitud a través de nuestro enlace “Connect to Care”.

 

Tratamiento hospitalario

Si sufre una adicción grave, puede ser necesaria una hospitalización inicial. Una estancia hospitalaria típica puede durar desde una semana hasta 30 días. Esto suele ser necesario cuando alguien experimenta síntomas de abstinencia o tiene un historial extenso de no poder dejar de consumir drogas y alcohol. Aquí, la primera etapa de recuperación requiere tratamiento médico o supervisión para garantizar la seguridad y el éxito.

Tratamiento Ambulatorio Intensivo y Ambulatorio

A menudo, el tratamiento ambulatorio (ambulatorio intensivo o ambulatorio tradicional) es el siguiente paso más apropiado. Un programa intensivo ambulatorio (IOP) puede ofrecer múltiples contactos de tratamiento por semana (generalmente de 3 a 5 días) durante aproximadamente 3 horas al día. Este nivel de tratamiento proporciona la cantidad de ayuda necesaria para apoyar la recuperación, al mismo tiempo que le permite vivir en casa, mantener el empleo y pasar tiempo regularmente con sus amigos, familiares y la comunidad de la iglesia. Finalmente, para aquellos que necesitan ayuda menos intensiva, existen programas ambulatorios tradicionales que pueden ser efectivos y consumir menos tiempo. Esto incluye grupos de tratamiento profesionales (como Prevención de Recaídas) y asesoramiento individual.

Recursos adicionales

Muchos también pueden beneficiarse al complementar su tratamiento profesional con un grupo de recuperación de 12 pasos. Muchos se han beneficiado de alcohólicos anónimos. En la Iglesia Mission Hills, ofrecemos “re:generation, una comunidad de 12 pasos que pone tu relación con Jesús en el centro de la recuperación (aprende más sobre “re:generation” haciendo clic aquí). Salir del oscuro aislamiento de la adicción a la luz del tratamiento y el apoyo puede marcar la diferencia. ¡Afortunadamente hay ayuda!

AFORTUNADAMENTE, HAY ESPERANZA

Más allá de la ayuda, hay esperanza. Después de describir su adicción al pecado en Romanos 7:15, Pablo proclama su impotencia y desesperación por la esperanza en Romanos 7:24 gritando “¡Qué desgraciado soy! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? La pregunta desesperada de Pablo es seguida inmediatamente por la respuesta esperanzadora en el versículo 25, donde declara “¡Gracias a Dios, por Jesucristo nuestro Señor!” Mientras estamos separados de Jesús, somos impotentes (Juan 15:5), podemos hacer todas las cosas (incluso superar la adicción a las drogas y al alcohol) a través del poder de Jesús (Filipenses 4:13).

¿Cómo es la recuperación a través de la fuerza de Jesús? Al menos dos ingredientes importantes están inmediatamente disponibles para todo aquel que haya aceptado a Jesús como su Salvador y Señor. Primero, la vergüenza y la culpa que cargas con tu adicción pueden ser reemplazadas por el perdón incondicional y la gracia asombrosa dada a todos los hijos de Dios (1 Juan 1:9). En segundo lugar, cuando aceptas a Jesús, también recibes el Espíritu Santo para fortalecerte y guiarte (Juan 16:7-15;Efesios 3:16). Es por Su poder, no por el tuyo, que es posible una verdadera recuperación de la adicción. ¡Afortunadamente hay esperanza!

 

DA TU SIGUIENTE PASO

Si la adicción a las drogas o al alcohol es parte de tu historia, no te rindas. Muchos han recorrido este camino antes que usted y han encontrado la curación que se obtiene mediante la ayuda del tratamiento y la esperanza de Jesús. Estés donde estés, permíteme animarte a dar el siguiente paso en tu recuperación. Iniciar tratamiento profesional. Conéctese a una comunidad de recuperación. Si aún no has dicho sí a una relación personal con Jesús, Él te está invitando ahora mismo a aceptar el perdón y la gracia de Dios. Si has recibido a Jesús como tu Salvador y Señor, apóyate en el poder del Espíritu Santo, quien puede vencer aquello contra lo que eres impotente.

¡Hay ayuda! ¡Hay esperanza!

Matt Rhodes
CRÉDITOS DE AUTOR

✍️ Crédito | Joel MacFarland
Pastor de Cuidados

Matt Rhodes
CRÉDITOS DE GRÁFICOS

🎨 Crédito | Maddie Brouwer
Coordinadora de Comunicaciones